La violencia en muchas relaciones se ha convertido en un estilo de vida, muchas veces pensamos que es suficiente con que nosotros no seamos agresores, permanecemos pasivos y permisivos, guardamos silencio, pues creemos que es un problema de la persona que recibe la agresión, que no debemos intervenir, que no es tan grave, que la víctima tiene que solucionar su problema. Nosotros no reaccionamos por miedo, pena o por indiferencia o ignorancia y al hacerlo dejamos un mensaje: la violencia no es tan grave, es natural, puede seguir pasando. Sin embargo, el punto está en que todos y todas somos responsables de detener este problema, que nos afecta a todos, teniendo la responsabilidad de trabajar en contra de la violencia, pues es un asunto público y no privado en donde el silencio nos hace cómplices. Basta de silencio, basta de tolerar la violencia y de ser cómplices al permitir que siga pasando. El silencio no cura la viol
Este espacio busca ayudar a todos los que sufren algún tipo de violencia física, psicológica, sexual, económica o de género, y que por ser vulnerables son víctimas de este mal. Aquí encontrarán información que les permita darse cuenta de la realidad en la que viven para comenzar a salir de ella.