El amor es una construcción socioemocional muy compleja. En las
relaciones que son violentas la cercanía entre el Eros y el Tánatos es estrecha,
es decir, coinciden la energía creativa y productiva de la compañía del ser
amado con la energía destructiva, la posesión y el dominio hacia esa misma
persona.
La violencia se aprende y se reproduce. Cuando no se tienen
otros recursos se convierte en la forma de resolver conflictos existenciales,
emocionales y sociales, que lamentablemente se ha ido aceptando y naturalizando
por el entorno.
En mi país, México, nueve de cada diez mujeres entre 12 y 19
años han sido agredidas en el noviazgo. La violencia emocional es la más común
(40%), seguida de la violencia económica (20.9%), la física (17.9%) y la sexual
(6.5%).
La dinámica de este tipo de violencia es compleja, pues
existe una relación cercana, íntima y afectiva que impide reconocer rasgos y
riesgos que manifiestan una condición de violencia.
Conocer estos rasgos es una manera de prevenir y no permitir
que se incrementen estas conductas, y si ya se está en este tipo de relación, salir de ella. Un noviazgo debe estar basado en el respeto y el mutuo consentimiento.
Influye mucho el concepto que se tenga del amor. En muchas ocasiones
el amor es una idea altruista, basado en el sacrificio propio, que todo lo
soporta aun cuando sean comportamientos violentos o desiguales.
El amor romántico es eterno, todopoderoso y perfecto, esto implica permanencia a pesar de los malos tratos. El rol de hombre en este tipo de amor implica que sea: poderoso, protector, limitado emocionalmente, independiente, fuerte y proveedor. Y el de la mujer significa que sea sumisa, desprotegida emocionalmente, pasiva, débil, dependiente y que debe cuidar al otro. Así el hombre es el que debe ser amado y la mujer la que ame a pesar de ella misma, dispuestas a soportarlo todo ante la recompensa del amor de él. Estos conceptos se heredan y aprenden, pasando de una generación a otra.
Las expectativas en este tipo de noviazgos son:
- Mi pareja me corresponderá y amará como yo la amo.
- Con el tiempo cambiará y mejorará la relación.
- Entre más me entregue en la relación esta será mejor.
- Es más importante lo que siento que lo que pienso.
Este amor romántico, se fundamenta en que es mejor dar que
recibir y se refuerza a través de los medios de comunicación y las redes
sociales. Es ilógico que convivan estás ideas con las de igualdad entre hombres y
mujeres y con los derechos humanos cuando, en realidad se contradicen.
No importa el tipo de pareja de la que se trate, heterosexual o LGBT+, cualquier persona puede sufrir violencia dentro de su relación de noviazgo, sobre todo en la etapa del enamoramiento donde no queremos ver.
Las situaciones violentas pueden ser:
Violencia psicológica: Se refiere a actos u omisiones que
dañen la estabilidad psicológica; puede consistir en negligencia, abandono,
descuido reiterado, celotipia, insultos, humillaciones, devaluación,
marginación, desamor, indiferencia, infidelidad, comparaciones destructivas,
rechazo, restricción a la autodeterminación y amenazas, las cuales llevan a la
víctima a la depresión, al aislamiento, a la devaluación de su autoestima e
incluso al suicidio.
Violencia Física: Se trata de cualquier acto que inflige
daño no accidental, usando la fuerza física o algún tipo de arma u objeto que
pueda provocar o no lesiones, sean internas, externas o ambas.
Violencia Patrimonial: Acto u omisión que afecta la
supervivencia de la víctima. Se manifiesta en la transformación, sustracción,
destrucción, retención o distracción de objetos, documentos personales, bienes
y valores, derechos patrimoniales o recursos económicos destinados a satisfacer
sus necesidades; puede abarcar los daños a los bienes comunes o propios de la
víctima.
Violencia económica: Acción u omisión del agresor que afecta la supervivencia económica de la víctima. Se manifiesta a través de limitaciones encaminadas a controlar el ingreso de sus percepciones económicas.
Violencia sexual: Se refiere a actos que degraden o dañen el
cuerpo y/o la sexualidad de la víctima, atentando contra su libertad, dignidad
e integridad física. Es una expresión de abuso de poder que implica la
supremacía masculina sobre la mujer, al denigrarla y concebirla como objeto. Y puede ir desde tocamientos hasta la violación.
Otro tipo de violencia es cuándo un miembro de la pareja o ambos, revisan constantemente las redes sociales o el celular del otro. No respetando la individualidad y libertad del otro/a.
Para que sea considerada violencia basta con que se presente una sola vez.
Sugerencias para enfrentar la violencia en tu relación:
- Desarrollar habilidades de comunicación, negociación y resolución de conflictos.
- Reflexionar sobre las consecuencias negativas de la violencia.
- Asistir a plásticas o talleres que los ayuden a controlar el problema.
Mito: "Te pega porque te quiere". Si estás sufriendo algún
tipo de violencia en tu relación de pareja habla con alguien a quien le tengas
confianza y busca ayuda.
El noviazgo es una etapa importante en la vida y debe vivirse
libre de violencia.
El segundo sexo, Simone de Beauvoir.