Aunque los hombres también pueden ser abusados, las
mujeres son generalmente las víctimas.
Un abusador en potencia puede ser identificado porque
presenta uno de los siguientes síntomas o una combinación de ellos:
- El Encantador: puede demostrarle a la mujer atención, la
corteja todo el tiempo de manera gentil y amorosa, pero exige un compromiso
exclusivo.
- El Celoso: ve en todos los hombre una amenaza para la
relación y la acusa a ella de coquetear con todos. Lo irónico es que muchas
veces él si tiene otras mujeres.
- El Manipulador: es muy interesante porque conoce los
puntos débiles de su pareja y utiliza su vulnerabilidad para dominarla y abusar
de ella.
- El Controlador: quiere saber todo lo que hace su pareja,
a donde va con quien habla, puede revisarle el celular, sus redes sociales y
hasta seguirla. Viola la intimidad de la pareja.
- La Víctima: él nunca es culpable de nada. Sus errores y
malas decisiones siempre son culpa y responsabilidad de los demás, suele
comparar a la pareja actual con la perversidad de la pareja anterior, por tanto
en breve, la pareja actual se convertirá en un culpable más.
- El egocéntrico: todo el mundo se mueve alrededor de él.
Su mujer debe satisfacerle todas sus necesidades, aunque generalmente, ella
siempre está por debajo de sus expectativas de satisfacción. Él es el jefe y
ella la esclava, para él es muy importante saber que los demás cuidan su
comportamiento ante él.
- El inconsistente: los cambios de humor son una constante
en la conducta del abusador. Puede cambiar rápidamente de ser amable y educado
a ser violento.
- El crítico: es imposible satisfacer a este tipo de hombre
por mucho que se esfuerce, siempre recibirá una crítica por parte de él, solo
piensa en degradar y agredir a los demás verbalmente.
- El que quiere desconectar: su objetivo principal es aislar a su pareja
de los demás, amigos, familia o cualquier círculo social para que solo dependa
de él.
- El hipersensible: el más mínimo error lo ve como ofensa y
lo hace estallar.
- El depravado y cruel: el abusador puede ser cruel con su
pareja pero también con los niños y los animales. Causar dolor y lastimar a
otros le da poder.
- El arrepentido sin sinceridad: dirá que está arrepentido
y que nunca va a volver a pasar, pero si no recibe ayuda profesional, no
cambiará, y el ciclo de violencia se repetirá.
En una relación es muy importante detectar
focos rojos que nos están indicando que nuestra pareja está en el camino de
empezar a ejercer violencia física psicológica, emocional o económica contra
nosotros:
- Cuando nuestra pareja culpa a los demás, siempre será
la víctima.
- Cuando es un resentido, todo el mundo le hizo algo, busca vengarse,
pues sus derechos son más importantes que los de los demás.
- Cuando se siente
superior, tiene una autoestima jerárquica, es decir, su autoestima es alta y
busca siempre humillar a los demás, utilizando una autoestima depredadora que invade a los demás y los minimiza, haciéndolos sentir menos, convenciendo al
resto de su superioridad y la inferioridad de ellos.
- Cuando es un impostor, se
hace pasar por buena persona, nos presenta una buena imagen, sin embargo es
agresivo, controlador, egoísta y manipulador.
- Cuando es un celoso controlador,
finge que no está celoso, que no le importa que su pareja platique con otras
personas, pero en realidad está conteniendo el enojo y los celos, está acumulando
la tensión, por ello, es muy probable que estalle en cualquier momento con un
episodio violento buscando desquitarse de su pareja.
- Cuando es un invasor,
salta las fronteras de la privacidad y la intimidad de su pareja, la sigue, la
espía, sabe lo que su pareja quiere mejor que ella misma, pero siempre desde la
perspectiva del control.
Siempre se presentan
como un verdadero seductor, si estas conductas se detectan a tiempo, él
puede recibir ayuda, o bien tú puedes salir de esta relación abusiva.
MARCELA BARRERA