En México la violencia infantil es la principal causa de deserción
escolar y una causa importante de muerte durante la infancia. La
violencia contra niños, niñas y adolescentes es una constante en muchas
familias, dejando secuelas importantes en la vida de estos niños. Lo más grave
es que este tipo de violencia en muchas ocasiones es aprobada por la sociedad.
La violencia infantil puede ser física, psicológica, sexual, discriminación o abandono. Según el informe nacional sobre violencia y salud, en México, dos niños menores de 14 años mueren diariamente, a causa de la violencia infantil.
En el 2005 el INEGI, registró un total de 677 muertos por homicidios
entre jóvenes, según este organismo el 56% de las mujeres entre 15 y 19 años
han sufrido por lo menos un incidente de violencia en los últimos 12 meses.
Ciudad de México reportó en promedio cuatro casos de maltrato infantil por día, entre 2000 y 2002, en el 47% de estos casos los niños fueron agredidos por su madre y en el 29% por su padre, convirtiendo a la familia en un lugar peligroso para los niños en lugar de ser el espacio en donde los niños deberían estar más seguros.
Ciudad de México reportó en promedio cuatro casos de maltrato infantil por día, entre 2000 y 2002, en el 47% de estos casos los niños fueron agredidos por su madre y en el 29% por su padre, convirtiendo a la familia en un lugar peligroso para los niños en lugar de ser el espacio en donde los niños deberían estar más seguros.
Dentro de su hogar los niños y las niñas pueden
sufrir violencia física, psicológica, sexual o abandono deliberado por parte de
las personas que tendrían que cuidar de ellos, es frecuente que en el contexto
de la disciplina los niños sufran castigos físicos crueles y humillantes;
insultos, amenazas, aislamiento, indiferencia emocional, estas son conductas
frecuentes y marcan definitivamente el desarrollo de los niños.
En cuanto al abuso sexual, el abusador suele ser una persona cercana al niño, en muchas ocasiones un familiar.
Las escuelas deberían ser un lugar que proporcione seguridad a los niños y niñas, sin embargo en ocasiones el entorno educativo los expone a la violencia, o se convierten en el espacio en donde los niños aprenden patrones violentos de conducta. Son sometidos a castigos corporales y psicológicos humillantes, a violencia sexual, a acoso escolar y a violencia por razones de género.
En cuanto al abuso sexual, el abusador suele ser una persona cercana al niño, en muchas ocasiones un familiar.
Las escuelas deberían ser un lugar que proporcione seguridad a los niños y niñas, sin embargo en ocasiones el entorno educativo los expone a la violencia, o se convierten en el espacio en donde los niños aprenden patrones violentos de conducta. Son sometidos a castigos corporales y psicológicos humillantes, a violencia sexual, a acoso escolar y a violencia por razones de género.
El acoso escolar muchas veces está dirigido a los niños de escasos recursos, marginados, se manifiesta a través de peleas. También está dirigido a aquellos
que tienen características físicas especiales o alguna discapacidad.
En el mundo hay casi ocho millones de niños que viven en instituciones de asistencia, la mayoría sufren de alguna discapacidad o desintegración familiar, violencia o pobreza extrema.
En el mundo hay casi ocho millones de niños que viven en instituciones de asistencia, la mayoría sufren de alguna discapacidad o desintegración familiar, violencia o pobreza extrema.
Lamentablemente en estos
lugares los niños también sufren violencia por parte de las personas que los
cuidan, con el pretexto de la disciplina utilizan castigos físicos o son
abusados por niños más grandes. En algunos lugares aún utilizan prácticas de control que incluyen
descargas eléctricas o el empleo de fármacos para mantenerlos controlados. En
muchos países los niños son recluidos con adultos y esto lo coloca en una zona
de riesgo mayor.
Los niños que trabajan generalmente de manera ilegal, reciben violencia física, psicológica o sexual como forma de coacción, el trabajo infantil que generalmente se da en condiciones infrahumanas, también está considerado un tipo de violencia. La violencia en el trabajo se ejerce por parte del patrón, los compañeros de trabajo, los capataces o incluso por la misma policía. Las niñas son obligadas a realizar trabajo doméstico, ilegal, que además las expone a acoso sexual, maltrato físico y psicológico.
En la comunidad los niños están expuestos a violencia física, psicología y sexual de las pandillas, por sus compañeros, por la policía. Además los medios electrónicos y de comunicación también generan violencia infantil, pues presentan la violencia como algo normal, permitido o incluso la glorifican. También está el acoso cibernético o a través de teléfonos celulares.
Los niños que trabajan generalmente de manera ilegal, reciben violencia física, psicológica o sexual como forma de coacción, el trabajo infantil que generalmente se da en condiciones infrahumanas, también está considerado un tipo de violencia. La violencia en el trabajo se ejerce por parte del patrón, los compañeros de trabajo, los capataces o incluso por la misma policía. Las niñas son obligadas a realizar trabajo doméstico, ilegal, que además las expone a acoso sexual, maltrato físico y psicológico.
En la comunidad los niños están expuestos a violencia física, psicología y sexual de las pandillas, por sus compañeros, por la policía. Además los medios electrónicos y de comunicación también generan violencia infantil, pues presentan la violencia como algo normal, permitido o incluso la glorifican. También está el acoso cibernético o a través de teléfonos celulares.
Los grupos más vulnerables son los niños que viven en las calles, que se ven expuestos a la explotación laboral y sexual, a la drogadicción.
MARCELA BARRERA